
Luego de una vergonzosa presentación en Cali y tras las polémicas declaraciones del máximo inversor de Millonarios en la asamblea general del club, el equipo recibía al Tolima en El Campín con la obligación de ganar para apaciguar el murmullo y las críticas que con el pasar del tiempo se han vuelto más recurrentes hacia la parte deportiva y dirigencial.
Los tres puntos en juego también serían una prueba vital previo al partido más importante del semestre: el próximo miércoles contra Once Caldas por la Conmebol Sudamericana. Millonarios debía demostrar de qué estaba hecho, pues una derrota bajaría la moral de la plantilla e hinchada.
Debido a este contexto, David González decidió colocar una nómina en su mayoría suplente para que los habituales titulares llegaran a Manizales sin sobrecargas físicas o musculares. El equipo titular estuvo conformado por Montero; Navarro, Llinás, Arias, Banguero; Pereira, Arévalo; Córdoba, Ruiz, Valencia y Giordana.
Millonarios empezó el partido con ganas y replegando al Tolima en más de una ocasión. Gracias a esta presión ofensiva el gol llegó rápidamente, tras una recuperación en la mitad del campo de Ruiz que tuvo libertad de avanzar al borde del área rival para hacer un pase hacia la mitad y encontrar a un Jader Valencia que sin dudarlo definió de zurda para colocar el 1-0.
El gol hizo que Tolima reaccionara y dominara por unos minutos el encuentro aunque sin generar un verdadero peligro en el arco de Montero. Este fue el común denominador del primer tiempo que no tuvo mayores repercusiones.
Iniciando la segunda parte a Millonarios se le complicó el partido debido a que Nicolás Arévalo realizó una falta imprudente sobre Lencina y vio la tarjeta roja. Tras este suceso, la táctica de Millonarios cambia y deja de proponer ofensivamente para esperar al rival y sorprenderlo con un contragolpe.
Tolima entendió el momento del partido y empezó generar más oportunidades de gol. Sin embargo, no contaron con un Álvaro Montero lúcido que sacó todos los disparos y remates que iban a portería. Por fortuna para Millonarios, el rival no fue eficaz en estas opciones ofensivas y generalmente la pelota terminó en las manos de Montero que fue muy importante para dejar el arco en cero.
En los últimos minutos, Tolima ya estaba muy jugado y había adelantado sus líneas. Millonarios aprovechó esto y tras un saque largo de Montero, Córdoba se las ingenió para ganarle a dos defensores del rival y “bañar” al guardameta Fiermarin para concretar el 2-0.
El Campín explotó de euforia y al mismo tiempo respiró porque todos sabían que era una victoria que el equipo necesitaba luego de una semana bastante agitada en las toldas azules.
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