La versión más humana de Falcao

La curva norte vibró a una sola voz. El canto de 5.000 personas opacó los gritos de las otras 20.000 que, evidentemente ofuscadas, le pedían un mejor rendimiento a su equipo. Mientras tanto, Radamel, en un momento de exaltación absoluta, agitaba sus puños con miras a la lateral. Momento icónico y soñado.

Días después llegó un nuevo clásico. Nacional, tal vez el rival más demandante del grupo, en El Campín. Partido de vibraciones altas, como todos entre azules y verdes. Al final, un 0-0 opaco que obliga a Millonarios a sumar en la doble jornada que se viene ante Once Caldas.

Aunque Radamel Falcao García no marcó ante Nacional -de hecho tuvo pocas opciones de gol-, volvió a mostrar su versión más pasional. Esa que emociona a la hinchada, esa que es real, esa que expresa su sentimiento de salir campeón en el club de sus amores.

Y es que esa actitud de Radamel contagia -imagínate si no te vas a contagiar del que fue el mejor delantero del mundo hace unos años-. Porque Falcao lo demuestra: defiende a sus compañeros ante faltas rivales, le protesta al árbitro las decisiones que considera equivocada y vive cada jugada al límite.

Quedan seis partidos para que el capitán cumpla su sueño. Por el momento, Once Caldas en Manizales será su próximo reto. Esperemos ver nuevamente la versión más “humana” de Falcao y que, al igual que contra Santa Fe, contribuya con sus goles a la victoria.