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45 minutos fueron suficientes para ganar



Millonarios le ganó 2-1 a Tigres en Techo y sumó tres puntos obligatorios para clasificar a la siguiente ronda del torneo. Además, tuvo un primer tiempo destacado y demostró que puede jugar bien.

Millos formó con Vikonis; Palacios, Franco, Cadavid, Machado; Domínguez, Rojas, Silva; Mosquera, Riascos y del Valle.

El campo de Techo había recibido agua todo el día. La torrencial lluvia que cayó sobre Bogotá en el día de la madre, retrasó el inicio del partido 15 minutos. Aunque el sistema de la cancha drenó de excelente manera, el campo tenía charcos aún y parecía que por lo mal que venía jugando Millonarios, se vería otro partido aburrido y carente de ritmo. Sin embargo, desde los primeros minutos el equipo se esforzó por jugar bien. Se esforzó por no jugar al pelotazo, por salir jugando desde atrás y por finalizar las jugadas.

Aunque en principio Silva estaba errático y Domínguez hacia muchas faltas en la mitad del campo, Millos parecía tener controlado el partido. Salvo un tiro libre de Tigres que evacuó Vikonis con los puños, el equipo que ofició de local en Techo no género mayor peligro sobre el arco azul. Por su parte, Henry Rojas y Santiago Mosquera se insinuaron al arco del ascendido Tigres con tiros que pasaron lejos. Millonarios atacaba incansablemente por la derecha y por ahí fue precisamente que destrabó el partido. Al minuto 32 David Silva, de buen partido, le entregó la pelota a Mosquera en 3/4 de cancha para que el chocoano se metiera al área y le diera el pase de la muerte a Riascos, que sólo tuvo que empujar la pelota.

Con el gol, Millonarios no renunció a atacar y siguió siendo paciente; tocando el balón, generando espacios y siendo ofensivo. Por eso, sólo 4 minutos después del gol de Riascos, el mismo Duvier recibió una falta al borde del área de Tigres. Henry Rojas cobró con maestría y la mando a guardar. 2-0 y el partido estaba controlado, Tigres era un rival muy flojo para Millonarios, que pudo haber alargado su ventaja, pero le faltó precisión en el último cuarto de cancha.

El segundo tiempo sobró. Salvo la oportunidad que Santiago Mosquera desperdició al minuto 47, el segundo tiempo fue protocolario. Millonarios volvió a jugar a media máquina, tocando el balón sin mucha profundidad y dejando que Tigres tomara la iniciativa. Hasta el minuto 88, el hecho más destacado era el debut de Cristian Huérfano al minuto 84. Sin embargo, cuando ya todo parecía consumado Tigres descontó al minuto 89, en una jugada que se dio como autogol de Jair Palacios y puso a sufrir a Millos al final. Sin embargo, el equipo se hizo con el triunfo en la fría tarde de Techo y dio un enorme paso de cara a los playoffs de mitad de año. Ahora, deberá ratificar esa calificación el próximo fin de semana, en su casa, ante Patriotas.

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