Una cuestión de esperanza
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Una cuestión de esperanza



Hoy es uno de esos días donde es difícil encontrar palabras para describir lo que vivimos los hinchas de Millonarios en este semestre. Pensamos y pensamos, y no encontramos una explicación lógica para este final; discutimos con amigos, familiares e incluso con la almohada, pero ninguno parece tener la respuesta a nuestras preguntas y mucho menos un alivio para este dolor.

Pero… ¿Y si no hay una explicación? ¿Si simplemente es que el fútbol es una serie de eventos sin ningún tipo de lógica?

“El fútbol es la cosa más importante, de las menos importantes” escuchamos decir los amantes de este deporte día tras días y, tal vez, tengan razón aquellos que de este amor entienden poco. Pero esto duele, te llega a las entrañas y te retuerce; unas veces más que otras, es verdad, pero hoy ese dolor está pesado de llevar solo.

¿A qué le vamos cuando somos hinchas de un equipo de fútbol? ¿A los jugadores? Está claro que no. Ellos son simplemente personas que cumplen con un trabajo como cualquier otra en este mundo. ¿A los directivos? Mucho menos. El fútbol es un negocio y si hay grandes beneficiados, son los de corbata y drill.

¿Entonces a qué le vamos cuando somos hinchas de un equipo de fútbol? Nos podríamos quedar debatiendo eso todos los días de nuestras vidas y nunca encontraremos una respuesta en común; para mi es de la esperanza que nos transmite el club del cual somos hinchas, esa esperanza que muchas veces no conseguimos o no vemos en otro lado.

Muchas veces el fútbol, pero en especial, nuestro equipo, es el lugar donde nos sentimos a salvo, donde nadie nos juzga y todos viven con la misma intensidad esta pasión que, en momentos como estos, se agarra de cualquier parte para quedarse dentro de nuestros corazones. El partido es nuestro refugio y donde nos transmiten esa esperanza que estamos buscando.

Sin embargo, en días como estos la esperanza parece perdida, y no solo por una persona, sino por miles. Nuestro lugar seguro parece que arde en llamas y ya no nos sentimos tan protegidos como siempre; estamos casi que a la deriva intentando encontrar ese sitio donde encontrar tranquilidad.

Afortunadamente, el fútbol da revanchas y son rápidas. Si usted se encuentra navegando en esa barca y no tiene ni idea de a qué aferrarse, vuelva a la esperanza que significa un nuevo torneo que ya se avecina. Apeguese a eso que usted considera que lo hizo hincha de Millonarios. Eso sí, vaya siempre con la frente bien en alto, porque este amor no es para cobardes; esto es para aquellos que cuando nos caemos, sabemos que nos tenemos que levantar porque así marca nuestra historia.

Levante la cara, mire hacia el frente y piense en todo lo que disfrutó este semestre, en todo lo que sufrió, las horas en las que pensó en este equipo y, si al final cuando termine, se le escapa un sonrisa, es porque ya está preparado para afrontar ese nuevo semestre. Porque téngalo claro, volveremos y lo haremos mucho más fuerte y con mucha más esperanza.


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