David Mackalister Silva entiende a la perfección lo que es ser capitán de Millonarios. El volante cada vez más muestra su experiencia y jerarquía frente a sus compañeros, los árbitros y especialmente ante los rivales, mientras que por otro lado da clases de buen fútbol y calidad técnica. La tarde en el Atanasio Girardot fue toda suya tanto adentro como afuera de la cancha. Una representación más del amor por estos colores.
‘Jueguen como hinchas’ puede ser el pedido de todas las barras del mundo a sus jugadores y aunque pocos futbolistas pueden hacerlo, David Mackalister Silva es uno de ellos. Macka demuestra partido a partido el amor y sentido de pertenencia que tiene por estos colores y además se lo contagia a sus compañeros. El ‘14’ es un líder que día a día pareciera que estuviera en el mejor momento de su carrera.
Este domingo, en la victoria de Millonarios ante Nacional que aseguró al equipo en como cabeza de serie, no fue la excepción. Peleó cuando tuvo que pelear, respaldó a sus compañeros y nunca se dejó intimidar ni por la hinchada, los árbitros o los jugadores rivales que intentaron descolocarlo incluso cuando el primer tiempo se había acabado. Ese es el orgullo bogotano, un jugador que nunca se escondió y que siempre puso el pecho, incluso con una tarjeta amarilla desde el minuto 3.
En la cancha también brilló. Dos remates, una chilena que hizo parte de la jugada del primer gol y un disparo englobado que pegó en el palo cuando el portero rival ya estaba vencido. 28 pases para una precisión del 85% generando oportunidades de gol para Jader Valencia y Emerson Rodríguez, quienes también tuvieron un destacado compromiso. Fue tanto su aporte que en defensa sumó una entrada ganada y una recuperación del balón.
Al minuto 56 fue sustituido y empezó la segunda parte de su show. Macka no es el típico suplente que termina el partido y se sienta mientras el cuerpo médico lo atiende. Macka se para al lado de la línea y junto a Alberto Gamero gritan, aconsejan a sus compañeros y por momentos pareciera que tomaran decisiones juntos. El ‘14’, que ya culminó sus estudios como director técnico, ya tiene ese chip y lo pone a disposición del equipo tanto adentro como afuera de la cancha.
Llenarlo más de elogios sería redundante y aunque puede que el capitán tenga algunos detractores, como cualquier jugador en el mundo, ahora inicia un nuevo capítulo. Millonarios está a ocho partidos de hacer nuevamente historia y necesita que la hinchada arrope a su capitán y a todos los jugadores. ¡Vamos todos unidos!
PD: Gracias David Mackalister Silva por tu fútbol champagne
Juan David Beetar P.