Millonarios derrotó contundentemente a Santa fe y le acabo el invicto de 22 fechas que traía por Liga Águila. El embajador fue inteligente y pegó en los momentos exactos para volver a ganar 3-0 en su casa y ganarle por vez 115 a su rival de patio.
Ni sentarse pudieron los miles de hinchas que fueron a acompañar a Millonarios en su primer clásico del año. A Millos sólo le tomó 4 minutos abrir el marcador después de que Andrés Cadavid aprovechara un rebote que le quedó fuera del área, disparara rastrero y lograra acomodar el balón al palo izquierdo de Castellanos, que se vio absolutamente vencido por el remate del capitán azul.
El planteamiento se le cayó a Santa Fe, que había puesto dos volantes de marca para controlar el juego de Millonarios y contragolpear con efectividad. El equipo de Costas mostró un juego fuerte desde los primeros minutos y se excedió en la pierna fuerte.
Millos aprovechó el nerviosismo de Santa Fe, que se vio reflejado completamente cuando Juan Daniel Roa asistió a Ayron del Valle después de un flojo despeje y le obsequió el segundo gol. 2-0 en apenas 12 minutos confirmaban que Santa Fe, por más invicto y campeón que llegara, jugó con nervios y miedo ante Millonarios.
Después del 2-0 la pierna fuerte siguió siendo la constante, Santa Fe pegaba impunemente y al árbitro se le habían quedado las tarjetas. Los rojos tenían mayor posesión de balón y Millos se dedicó a esperar (sin especular) a ver qué proponía Santa Fe. No fue mucho, a pesar del cambio de Salazar por Valencia, que no surtió ningún efecto en el desarrollo del partido. El azul tuvo la oportunidad de ampliar el marcador en varias ocasiones pero las desperdició, algo que sigue siendo un asunto pendiente en el equipo de Russo. El primer tiempo terminó caliente por la falta de control del árbitro sobre las faltas y los constantes roces entre azules y rojos.
En el principio del segundo tiempo Santa Fe fue aguerrido pero no representó ningún peligro para el arco de Ramiro Sánchez. Millos seguía esperando inteligentemente y pegó en el momento justo. Al minuto 52, Deiver Machado desde un ángulo casi imposible clavó el balón en el ángulo del arco norte del Campín y puso el 3-0 definitivo. Millos controló el partido y salvo dos impresionantes atajadas de Ramiro Sánchez, no tuvo mayores sustos. El equipo de Russo fue contundente, aunque la definición sigue siendo un ítem a mejorar, el marcador hubiese podido terminar con más goles en el tablero.
A Santa Fe, como en 1988 el invicto se lo quitó PAPÁ.
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