El partido contra el Medellín fue una serie de desiciones desafortunadas, todo comenzó el día de las convocatorias a las selecciones de Montero y Vargas.
Ayer Juanito Moreno en el gol de DIM fue el último eslabón de una cadena de errores de la zaga azul, a pesar que estuvo cerca de atajar el disparo de Cadavid en el penal que representó el 1-0 final.
Siempre se sabe que un técnico nunca hace las cosas para que su equipo pierda, pero los cambios de Gamero desde el principio no le funcionaron y dió la impresión de confusión en su cabeza.
Comenzó con una defensa con Perlaza, Llinás, Cuenú y Murillo; luego sacá a Cuenu y jugó con Vega, Llinás, Murillo y Perlaza; paso siguiente juega con Perlaza, Llinás, Murillo y Guerra para terminar con Perlaza, Llinás, Murillo y Pereira.
Después de ver estás combinaciones hizo presumir que no estaba seguro y conforme con ninguna de ellas y no le brindaba garantías, sumada a la inseguridad que mostró nuestro arquero.
Otro punto que me dejó sorprendido es haber desbaratado el circuito de juego de los jugadores de Millonarios que lo formaban Macka, Sosa, Ruiz, Celis y Valencia; crearon algunas oportunidades y nos trasmitía la sensación que podíamos llegar al empate, pero Gamero nos sorprendió con los cambios de Sosa y Celis por Herazo y Guerra; y fue ahí cuando el equipo perdió toqué y peligro.
Lamentablemente se perdió, pero como siempre la intención es no destruir, podemos decir que salimos con el menor daño posible, un solo gol en contra, seguimos siendo líderes y nos queda la experiencia que vivimos.
Ahora se viene una semana de trabajo y preparación para el próximo partido en Bogotá, nos corresponde aprender de los errores, pasar la página y enfilarnos hacía la clasificación.
Profe Gamero y muchachos, los seguimos bancando con toda, creemos en ustedes, seguimos mandando buena vibra por que el camino se construye paso a paso, partido a partido, se vale soñar.
Manuel Peñuela
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