Si hay un común denominador dentro de Millonarios son los errores individuales que terminan costando puntos, partidos cruciales y hasta campeonatos. En Villavicencio frente a Llaneros, el Embajador despertó un fantasma que viene persiguiendo al equipo cuando se necesita asegurar un resultado.
Una vez más, por un error defensivo de marca, nuestro amado equipo dejó escapar 3 puntos que teníamos prácticamente asegurados. Pero ¿Cuál es la razón por la que pasa esto? ¿Es falta de jerarquía? ¿Falta de concentración? ¿Es solo culpa de un jugador?
Cabe destacar que hoy la base de la plantilla de Millonarios tiene un recorrido de casi 5 años, en donde la mayoría ha cometido errores, como todo ser humano. Sin embargo, son errores recurrentes que no deberían ocurrir en un equipo grande como Millonarios.
En la memoria de cada hincha probablemente reposa un no grato recuerdo de alguna jugada en específico que tuvo un error individual decisivo, por ende no vale la pena recalcar estos errores, sino contribuir a su solución.
Uno de los males que más afecta a Millonarios es el conformismo y aplica tanto para la parte deportiva como la gerencial. Hay que dar un paso adelante y dejar la parsimonia en los momentos del partido donde tenemos ventaja en el marcador. Así como también hay que dar un paso adelante y dejar el conformismo al momento de contratar jugadores y reforzar la plantilla.
Hoy el mayor desafío de Millonarios es seguir superándose. David González tiene mucho trabajo por hacer y deberá pulir tanto los errores individuales como los colectivos, que al final del camino, nos terminan costando puntos o hasta campeonatos.
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