La camiseta de Millonarios se tiene que respetar
- Mateo Organista Márquez

- 30 sept
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 30 sept

Enojo, bronca, decepción, dolor y frustración. Todo eso es lo que nos genera Millonarios en este semestre. Y son sentimientos que van mas allá de un resultado. Acá lo que nos brota genuinamente es el desencanto por la imagen que vemos de el 'embajador' en un contexto de derrota. No son las caídas en sí, que por supuesto molesta. Lo que irrita es ver a los jugadores resignados. Casi que rendidos. Sin mostrar síntomas de reacción o vergüenza deportiva.
Hay que mejorar de manera urgente. Y este mensaje es tanto para los futbolistas como para Hernán Torres. Se tiene que cortar con todo esto. Es momento de reaccionar. Cuesta asimilar tantas derrotas y que al día de hoy estemos por fuera de los ocho clasificados. Duele convivir con los fracasos deportivos en cada competencia que disputamos como si no fuéramos uno de los clubes más grandes del país.
Además, a estos jugadores les viene faltando espíritu. Hay una situación mental que los tiene bloqueados. Por supuesto que también hay falencias en lo futbolístico: todos vemos que se defiende mal, que no fluye el juego y que el ataque es previsible; pero todo es consecuencia del factor anímico por el que estamos pasando este semestre y en el que esperamos algún día salir.
Por otro lado, hay otros futbolistas sin confianza que no se animan ni se comprometen. Nadie asume el riesgo de ir adelante y mejorar la situación. Nadie se hace dueño de la pelota. Todos le escapan a esa responsabilidad y esperan que los salve el que tienen al lado. Falta jugar con pasión; atributo que debería ser natural en cada jugador que vista esta camiseta. Hoy parecen estar cómodos y sin hambre, como si no tuvieran grandes contratos y demás buenos beneficios que los motive día a día.
Es cierto que la responsabilidad de Hernán llega hasta que suena el silbato inicial y los futbolistas son los que deciden mal con la pelota en los pies. Sin dejar a un lado que él no formó este plantel y podríamos esperar hasta el próximo año para mirar si le llega a exigir refuerzos o no a la dirigencia. Aunque también de alguna manera, el técnico ibaguereño es responsable de darle forma e identidad a este equipo. Y es ahí donde está fallando, insistiendo con nombres que no le responden ni le dan soluciones.
El profe Torres tiene que empezar a encontrar respuestas con lo que tienen, que no será mucho como lo que tuvieron los anteriores entrenadores, pero tampoco es poco para estar fuera de los ocho y eliminados de la Copa BetPlay. Y a los futbolistas, recordarles que este club es más grande que cualquier nombre, así que bájense de ese pedestal que no han ganado nada y caigan en cuenta de la camiseta que tienen puesta.








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