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La fe es azul porque a Santa Fe ya se le fue



Hemos tenido días muy agitados, horas largas, ansiedad desenfrenada, pero con una fe fuerte y más intacta de llegar a una nueva final, la sexta en la era Alberto Gamero y la posibilidad de bordar en nuestro hermoso escudo una nueva estrella. 


Se viene una nueva edición del clásico bogotano, ante Independiente Santa Fe. El rival de patio ya está eliminado y, a pesar de tener el punto invisible, pareciera que se lo tomaron muy a pecho porque los puntos nunca llegaron y para la fecha 5 de los cuadrangulares llegan con 0 puntos.


Esto no debe ser motivo para confiarse y creer que será un partido de trámite, para el club rojo, Millonarios representa el significado de la palabra odio y nada será regalado. Quieren dañar la curva ascendente del equipo y evitar a toda costa que lleguemos a la gran final.


Los dirigidos por el técnico Pablo Peirano llegan con sed y agonizando, no porque tengan posibilidades, es porque voltean para atrás, miran el camino y cargan con tres derrotas en los clásicos jugados este año, peso que su hinchada les recuerda cada partido, lo que para ellos termina siendo aún peor.


3-1 y 1-0 fueron los resultados en el todos contra todos de este año. En cuadrangulares fue de 1-0 y terminó siendo la cuarta derrota del técnico uruguayo ante los “embajadores”, por eso sabemos que no va a ser un partido fácil, pero tenemos las herramientas suficientes para ganar con claridad y contundencia.


En la actual década, se han jugado 18 clásicos y el embajador suma 11 victorias, ha marcado 29 goles, recibido 17, perdido 3 partidos y necesitamos sumar una más para poder llegar a la final, en caso de que se dé un empate entre Nacional y Pasto.


Nosotros dependemos de nosotros, no hay que mirar ni esperar nada de ningún rival, sin embargo, de darse un empate en el otro juego del cuadrangular, podríamos clasificar de forma inmediata a la gran final y tener un equipo alterno para dar descanso a quienes han venido dejando la vida en la cancha en cada jugada.


No hay tiempo de nada más, todos inclinando la cancha para este lado, sin reproches y excusas. La hinchada de Millonarios no solo es imponente, es el verdadero significado de lo que es ser hincha de un club en todo momento y este es nuestro momento. Soñemos juntos, hinchas azules.


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