Con un esquema de juego diferente al acostumbrado por Alberto Gamero, Millonarios empató sin goles con Atlético Bucaramanga en el estadio Alfonso López. Un equipo muy defensivo para el gusto de algunos hinchas, con nuevas bajas por las lesiones que han sido una constante a lo largo de todo el semestre y que dejó como figura al capitán David Mackalister Silva, al menos en el primer tiempo.
Un capitán que sabe que los resultados no han sido los esperados, que salió golpeado emocionalmente de su último partido en El Campín y que, precisamente por eso, entiende la gran responsabilidad que cae sobre él para ayudar a levantar al equipo.
En los primeros 45 minutos Silva supo llevar al equipo hacia adelante y fue el encargado de generar las opciones para los ‘Embajadores’. Se atrevió a buscar el gol durante los primeros minutos con un remate de pierna derecha que Aldair Quintana terminó sacando, y en la más clara del PT, a los 27’, es quien de ‘taquito’ le pone un pase perfecto a Larry que queda solo frente al arco y no define bien. En el segundo tiempo inquietó al rival con un cabezazo al que nuevamente respondió Quintana, sin embargo, se fue apagando y no tuvo la misma influencia en el partido.
Jugó los 90’ en los que tuvo el 78% de precisión en los pases, el 100% de éxito en los quites, 58% en los duelos individuales y 3 remates a puerta.
Mención especial para Álvaro Montero que respondió cuando fue exigido. Tuvo varias atajadas importantes durante el partido, sacó el arco en cero y se vistió de héroe en el minuto 87 salvando a Millonarios después de un contra golpe de Bucaramanga en el que Córdoba remata y Montero con una gran reacción envía el balón al tiro de esquina, para mantener viva esa pequeña ilusión de llegar a la final.