Un Millonarios nuevo con algunos vicios del viejo
- Mateo Organista Márquez
- 10 may
- 2 Min. de lectura

Vamos a coincidir que no fue el regreso deseado ni esperado del equipo al estadio Nemesio Camacho El Campín. La expectativa por seguir viendo a un conjunto renovado era muy grande antes del duelo ante Deportivo Pereira. Lamentablemente lo que terminamos contemplando ayer se pareció mucho más a la imagen que nos dejó el grupo del 2024 o el de inicio de este 2025 de la mano de David González.
En la noche capitalina observamos a un equipo que apenas jugó bien ciertos pasajes del compromiso. Pero le costó mucho el partido. Tuvimos ratitos de lucidez en donde se siguió viendo la idea de jugar bien posicionado en campo contrario, con laterales sueltos en ataque en cada una de las acciones, con mucha movilidad y participación de los volantes, teniendo a Daniel Ruiz como nuestro mejor exponente.
Si debemos hablar de errores tenemos para analizar todos los que se cometieron durante el juego, en especial en la parte ofensiva ya que no se generaron muchas opciones de peligro ante el arco defendido por Salvador Ichazo. Y aunque el mal estado de la cancha tampoco ayudó mucho, no nos podemos justificar solo con eso. Lamentablemente, no apareció nada de lo que creíamos encontrar en un plantel que viene en alza.
La pelota se movía de un lado al otro sin encontrar un solo hueco en una defensa 'matecaña' que se sentía cómoda ante la inexpresividad ofensiva de su rival. No había remates de media distancia y fue flojo el partido de Santiago Giordana dentro del área. Nunca pudo imponerse ni anticiparse, convirtiéndose en presa fácil para sus marcadores.
Se buscó la solución en el banco. Adentro Daniel Cataño, Jhon Córdoba, Luis Marimón y Helibelton. A excepción de nuestro canterano y Palacios, ingresaron para mejorar algo, aquellos rostros conocidos de ese Millonarios triste que pretendemos borrar de nuestras mentes.
Claro que se entiende la decepción de arrastre. De hecho solo hay que leer ciertos comentarios sueltos en las redes sociales para fijarse en ello. Aunque trato de entender a David González y por eso creo que todavía quedan tres fechas para finalizar el todos contra todos para seguir fortaleciendo aquellos detalles claves que nos hacen falta para ser un equipo arrollador.
El mensaje al final de cuentas es: Confiamos en los muchachos que nos tienen hoy en día clasificados, en muchos de los jugadores que ya estaban y que están volviendo a recuperar su nivel. Hay revancha rápido. El domingo visitamos a Once Caldas en Manizales y esperamos conseguir no dejar escapar la victoria en esa cancha nuevamente como lo hicimos en un momento trágico del semestre.
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