Para el columnista la noticia no es que Millos haya avanzado a la siguiente fase de Libertadores, ni que Óscar Cortés demostrara que está a la altura de un gran contexto, ni mucho menos que Leo Castro sea un señor jugador de fútbol. No no, lo verdaderamente importante es que Elvis Perlaza jugó un imperial partido, y eso, merece toda una columna.
"¿Cómo puede ser?" dijo un hincha azul con la sonrisa dibujada en su rostro tras la victoria de Millos 2-1 ante la Católica de Ecuador en la Copa Libertadores. "¿Cómo puede ser que ese tronco haya jugado así?" repitió. "¿Estaría poseído?" preguntó otro. "Está en su prime" le aseguró un adolescente a su padre en la tribuna. Y sí, la sensación, estoy convencido, es colectiva. Todos estamos contentos... tranquilos... aliviados... por la victoria de Millos anoche. Pero ¿Y Perlaza? ¿De dónde salió ese partidazo? Todos, reitero, le hemos dado "palo" al buen Elvis. Y siendo justos, ha sido merecido. Increíblemente, este es el segundo ciclo del cartagenero en Millonarios y es su decimoctavo (18) año como profesional. Nunca ha salido del fútbol colombiano y por eso, ya todos sabemos de lo que es y no es capaz.
Sabemos, por ejemplo, que al buen Elvis le cuesta tirar, siendo tan buen tipo, un buen centro. Sabemos también que le es muy difícil marcar su banda y que su espalda es, en condiciones normales, una invitación (siga, bien pueda) para que el rival ataque. Sabemos que a veces trota la cancha y que tiene ese "palito" para desesperar a la tribuna con sus malas decisiones, sus pases incorrectos y sus faltas innecesarias. Es más, sabemos también que se viste muy mal, como alguna vez dijo Alberto Gamero.
Pero no, hay que detenernos, hoy no es el día para hablar de todas las falencias de nuestro lateral derecho, es el día de hablar del dechado de virtudes (?) de un hombre que anoche en El Campín fue impenetrable, que tuvo un 85% de precisión en sus pases, que generó la expulsión de Franklin Guerra, la clave para poder voltear el marcador, que fue el mejor socio de Cortés en las idas y vueltas por la derecha y que inclusive, se levantó como si fuera un 9 de técnica excelsa, para conectar un cabezazo que por poco se mete en el arco norte que defendía Darwin Cuero.
Elvis fue fundamental anímicamente también, porque cuando más estaba perdido el equipo y frío el estadio, fue él quien pidió la pelota, organizó la parte posterior y con ayuda de los verdaderamente talentosos (perdón, Elvis) como Silva, Cataño, Cortés y un poco más arriba Castro, le dio la vuelta a una serie que empezó complicada en Quito y que se iba complicando aún más en Bogotá. Anoche por fin vimos lo que Gamero ve: Elvis Perlaza puede ser pieza primordial para el equipo. Aunque se vista feo y todavía no meta ni un gol de tiro libre que supuestamente es su especialidad, ayuda a ganar partidos complejos y bravos como el de ayer. Ahora vienen Pedrinho, Paulinho, Eduardo Vargas y Hulk... ¿Podrá el buen Elvis con ellos? Hay que darle el beneficio de la duda.
CortitaYAlPie: Es verdad que tenemos que mejorar mucho si queremos tener alguna posibilidad contra Atlético Mineiro, pero ganar ayer era básico. Ahora, en el peor de los casos iremos a Copa Sudamericana y eso es lo mínimo en lo que Millos debe competir este año. Paso a paso...
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