Hace tiempo y sin lugar a equivocarme, se podría decir desde la época de Wilker Fariñez, los hinchas de Millonarios no sentíamos esa tranquilidad de tener un arquero que nos permita disfrutar el juego y no estar temerosos que el rival llegué a nuestro arco, y esto se está logrando con Álvaro Montero.
El sistema defensivo lleva 4 partidos seguidos sin recibir una anotación, lo que equivale a 360 minutos, pero esto es un trabajo de todos, aunque el elemento más visible sea el arquero, que con sus pocas intervenciones como corresponde al arquero de equipo grande, irradia tranquilidad, tranquilidad que se evidencia en el 4 posterior en dónde Vargas y Llinás son imparables y seguros a la hora de sacar el equipo junto con los laterales que han subido su nivel, sin olvidar a Vega y Vasquez que son el equilibrio y primer pase, a esto se suma que los jugadores más ofensivos son los primeros defensores.
Esto hace que Millos sea un equipo seguro y que el contrario le llegue poco, por que además con la posesión el rival ve jugar más al equipo que lo que intenta inquietar al equipo embajador.
Gracias al sistema defensivo, el equipo en la parte de arriba se está soltando y está comenzando aparecer el equipo ofensivo, con la gran diferencia que no sólo se juega para un solo 9 sino puede jugar para que aparte de Herazo cualquier jugador pueda llegar a posición de gol, como le pasó a Murillo en un cabezazo que salió desviado.
No estoy diciendo que todo es perfecto y que hay que sacar carro de bomberos, falta más trabajo, y eso es lo que asegura Gamero, pero al equipo se le comienza a ver otras formas y buenos niveles, jugadores como Sosa que está mostrando cosas muy interesantes junto a la habilidad de Ruiz que le dieron un partido más de recuperación a Mackalister.
Por el momento cómo vamos, vamos bien y mejorando, se viene una seguidilla de partidos de mucha responsabilidad en que el equipo debe mostrar progresos y brindarnos lo mejor.
Nosotros seguimos con la vibra positiva, bancando a todos y cada uno de éstos guerreros, sigamos con la ilusión, el camino se construye paso a paso, partido a partido, se vale soñar.
Manuel Peñuela