El equipo embajador lució confundido y confundió a la hinchada que viajó a Quito y a los que vimos el partido por televisión. Millonarios no lució como Millonarios comenzando por el uniforme con camisa naranja que no daba la impresión que fuera nuestro equipo, también tuvo algo que ver el campo, los pocos partidos que lleva el equipo, pero tampoco aprovechó el estar prácticamente de local y con un equipo que estaba estrenando técnico.
Millonarios no mostró su característica forma de apretar arriba, hubo jugadores que no mostraron su fútbol cómo Macka y Cataño, lastima que un jugador como Castro lució solo e impreciso al dar y recibir balones en medio de la defensa rival.
Óscar Cortés se no mostró cómo sabemos que se puede mostrar y creo que fue porque los jugadores experimentados que lo debían rodear no aparecieron y ese fué uno de los motivos por los cuales Millos no tuvo opciones claras que fueran al marco para inquietar al guardameta contrario.
Por otro lado la defensa no mostró la seguridad que la caracteriza, a los laterales les ganaron la espalda y a los centrales les ganaron por arriba.
Pero no todo fue flojo, Montero fue un arquero seguro que jugó serio, dirigiendo y manejando ritmos así fuera lanzándose al piso si lo creía necesario; Giraldo y Pereira tratando de sacar al equipo y recibiendo los embates del rival.
Millonarios lució como hace mucho tiempo lucía, confundido pero con grandes posibilidades para mejorar y eso nos deja tranquilos porque en Bogotá con El Campín lleno y el equipo con su estilo de costumbre y jugadores en su nivel se logrará la clasificación.
Pero vamos, sigamos adelante con el equipo que nos da felicidad y nos hace orgullosos por su juego, en nuestra casa será diferente.
Este proceso internacional apenas comienza y vamos paso a paso, bancando sin descanso, VAMOS MILLONARIOS, se vale soñar.
PD: Millonarios a resetear y volver a ser el de siempre.
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