Alejandro Brand, el genio del fĂștbol
- Azul Total
- 18 jun 2016
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A los 24 años, una lesiĂłn le impidiĂł a Alejandro Brand seguir creciendo futbolĂsticamente. No obstante, Brand disputĂł 385 partidos, convirtiĂ©ndose en el tercer jugador con mĂĄs partidos jugados en Millonarios consiguiendo 91 goles. CampeĂłn en dos oportunidades (1972 y 1978), Alejandro Brand fue uno de los mejores jugadores en vestir la camiseta albiazul. Integrante de una de las triples mas letales del FĂștbol Profesional Colombiano, la BOM (Brand, Ortiz & MorĂłn).
ÂżCĂłmo se definĂa usted como futbolista?
Como futbolista, de lo que yo puedo recordar, tenĂa la habilidad para eludir contrarios, era lo que mĂĄs disfrutaba y tambiĂ©n tenĂa la capacidad de poner muchas pelotas de gol. A travĂ©s de mi carrera hice casi 100 goles, pero la cantidad de asistencias que puse creo que fueron muchĂsimas mĂĄs.
ÂżCĂłmo llega al fĂștbol?
Desde que me conozco y tengo uso de razĂłn, estaba jugando fĂștbol. Jugaba en el barrio y al frente de la casa, tenĂa una manga y ahĂ jugĂĄbamos con los compañeritos del barrio, ahĂ uno va creciendo dentro del fĂștbol. La etapa mĂĄs cercana a llegar al profesionalismo fue con la selecciĂłn Antioquia, yo participĂ© en el 68, en Girardot, y ahĂ ya me comenzaron a ver jugar, despuĂ©s de eso me ofrecieron jugar en MedellĂn y Nacional, no me pude vincular a ninguno de los dos, ya despuĂ©s vino Millonarios y me hizo la oferta de venirme para BogotĂĄ.
Usted llega paralelamente con Amadeo Carrizo, Âżrecuerda cĂłmo fue?
Yo lleguĂ© de MedellĂn un martes e hice fĂștbol el miĂ©rcoles y jueves, el domingo me pusieron a debutar como algo sorpresivo. Yo no conocĂa BogotĂĄ y tampoco El CampĂn, me tocĂł debutar profesionalmente cinco dĂas despuĂ©s de haber llegado. El viernes llegĂł Carrizo a la concentraciĂłn, nos concentraban desde el viernes en el Minuto de Dios, Ă©l llegĂł en un vuelo de Buenos Aires y arribĂł a la concentraciĂłn, ahĂ lo pude conocer, para mĂ era todo muy sorpresivo y ya despuĂ©s me tocĂł compartir con Ă©l; como jugadores hicimos una gran amistad.
Usted alternaba el fĂștbol con el estudio, Âżpor quĂ© decidiĂł estudiar economĂa?
Eso fue un compromiso con mi mamĂĄ porque ella me dijo: âyo le doy la bendiciĂłn para que se vaya a jugar fĂștbol, pero me termina una carreraâ, entonces yo tenĂa eso muy presente y estudiĂ© economĂa, porque en esa Ă©poca era prĂĄcticamente la Ășnica carrera nocturna que habĂa, entonces yo estudiaba de 6 a 10 de la noche despuĂ©s de los entrenamientos.
¿Cuål cree que fue la clave del éxito para que el tridente BOM (Brand, Ortiz & Morón) fuera tan exitoso?
Yo creo que era como el complemento, yo jugaba de atrĂĄs, un poco mĂĄs adelante Willington y MorĂłn. Willington era un jugador de mucha habilidad para eludir a los contrarios, poseĂa inteligencia para meter los balones al ĂĄrea y la capacidad goleadora, tambiĂ©n en ese momento yo estaba creciendo como futbolista, desarrollando mayor capacidad fĂsica, experiencia colectiva y MorĂłn, quien no era un jugador muy tĂ©cnico, era un jugador muy rĂĄpido, entonces aprovechaba mucho las pelotas que le metimos. MorĂłn estaba enchufado y la metĂa con cualquiera, izquierda, derecha, cabeza, con lo que fuera.
¿Cuål fue la mejor anécdota o recuerdo que le dejó Willington Ortiz?
De Willington recuerdo que cuando debutĂł lo hizo contra un equipo brasileño acĂĄ, yo estaba mirando el partido desde la tribuna y habĂa caĂdo ese dĂa un aguacero tremendo. Recuerdo mucho que se destacĂł, demostrĂł personalidad, anotĂł un gol y pues desde ahĂ detecte que iba a ser un gran jugador.
¿Y el mejor recuerdo o anécdota de Jaime Morón?
Con Jaime siempre tuvimos mucha amistad, mucha compenetraciĂłn, nos entendĂamos muy bien tanto dentro como fuera de la cancha, era una persona muy inteligente e inquieta, era un gran conversador. Me acuerdo que en un partido que tuvimos en la Copa Confederaciones, en Brasil, con la SelecciĂłn, enfrentĂĄbamos una selecciĂłn de la CONCACAF, nosotros Ăbamos ganado el partido muy cĂłmodo, Ăbamos ganado 3-1; y eso de que los partidos se complican y nos hicieron el segundo gol, esa gente se nos vino encima, estaban que nos empataban, entonces me acuerdo que ya casi acabando tiraron un tiro contra el palo y a MorĂłn le dio un ataque de risa. Yo le preguntaba que por quĂ© se estaba riendo si nos iban a empatar y el despuĂ©s me dijo que era un ataque de nervios.
Usted llega por pedido de Otto Vieira, ¿cuål fue la mejor enseñanza que le dejó?
La mejor enseñanza que me dejĂł Otto Vieira es la de darle la oportunidad a las personas, sin temor, sin miedo al fracaso, sin egoĂsmo. Yo lleguĂ© siendo un pelado de ya casi 19 años y a los cinco dĂas Ă©l me dio la oportunidad de debutar, que mĂĄs enseñanza que eso, para mĂ es una demostraciĂłn de valor, de carĂĄcter y de todo lo que debe existir en el fĂștbol. Ahorita a los equipos profesionales les da temor meter a los muchachos a que debuten y ÂżcĂłmo puede mostrar una persona su talento si no le dan la oportunidad?
Llega el tĂtulo del 72, ÂżquĂ© es lo que mĂĄs recuerda de ese tĂtulo que se alargĂł hasta el 73?
El tĂtulo del 72 fue la dĂ©cima estrella. Millonarios llevaba mucho tiempo sin obtener un campeonato, despuĂ©s de haber sido un equipo copero y tener aficiĂłn en todas partes y fue presentando ese equipo como prĂĄcticamente âespectacularâ. TenĂamos una gran confianza con la tripleta, tenĂamos a Segrera, Segovia, Comesaña, Villano, Chonto; era un equipo que jugaba muy bien al fĂștbol y que hacĂa muchos goles. Nos tenĂamos una fe infinita y asĂ formamos una gran expectativa en la aficiĂłn, entonces fue muy bonita, porque digamos que yo pude tener la dicha de ser el goleador ese año con 17 goles, de que nuestra aficiĂłn nos regalara un trofeo, el mĂĄs grande que ha tenido Millonarios, un trofeo como de 1.50, que eso es enorme, y despuĂ©s del tĂtulo fue apoteĂłsico, porque la aficiĂłn nos acompañó hasta la concentraciĂłn en una caravana enorme, son momentos verdaderamente inolvidables.
Y luego llega el 74, su lesiĂłn de rodilla, ÂżcĂłmo fue ese momento?
Yo en el 74, estaba cumpliendo recientemente mis 24 años de edad, estaba en pleno proceso de crecimiento, habĂa hecho cosas buenas, pero estaba todavĂa con mucha capacidad, me estaba consolidando como jugador, en experiencia y la parte fĂsica. El dĂa que yo me lesiono, que es en PerĂș, ese dĂa yo hice el primer gol y metĂ tres pases de gol a Maglioni, entonces como decĂan mis compañeros, nosotros vamos a Sao Pablo a jugar con el Sao Pablo y con un empate nos metimos a la final de la Copa Libertadores de AmĂ©rica. Mis compañeros decĂan: ânosotros estĂĄbamos esperando que Alejandro pudiera entrar para el partido contra Sao Pablo porque nosotros sabĂamos que en cualquier momento nos metĂa una pelota de gol y resolvĂamos", pero yo me lesionĂ© en Lima y en Sao Pablo no alcanzo a jugar ni 20 segundos, porque yo entro y doy el primer paso y la rodilla ya estaba con los ligamentos rotos y el error, pues ahĂ, fue que me hubieran puesto a jugar porque eso agravĂł mĂĄs la situaciĂłn y prĂĄcticamente me significo acabar con mi carrera.
Y en ese tiempo eran muy difĂciles las operacionesâŠ
Exacto, por lo menos aquĂ en Colombia, fue un proceso mal llevado, a mĂ me mandan para Estados Unidos a operarme. De pronto hubiera sido mĂĄs factible si me hubieran llevado a operar a Argentina o a Brasil, donde tenĂan mĂĄs experiencia en ese tipo de lesiones, pero tratando de hacer lo mejor, pues hicieron lo peor.
Sólo hasta mucho tiempo después se retira, tanto que usted también hace parte del equipo campeón del 78, ¿cómo fueron eso años?
Lo que pasa es que yo tengo dos operaciones, la de New York y la de MedellĂn. En ese lapso de operaciones me llevĂł dos años para poder volver a jugar, entonces ahĂ se inicia una carrera desesperada por volver a ser lo que yo era, obviamente el talento no se pierde, pero el cuerpo no puede hacer lo que la mente le manda, entonces yo tenĂa ya una rodilla no tan estable, por ello tengo que acomodarme a esa nueva situaciĂłn, lo que significa que ya no podĂa ser lo que fui ni podĂa ya crecer, entonces uno como jugador quiere seguir y no se quiere retirar y quiere seguir luchando y juego dos años en esa situaciĂłn.
ÂżCuĂĄl es el gol que mĂĄs recuerda?
Fue en un clĂĄsico, contra Santa Fe, Ăbamos cero a cero y ya estaba avanzado el segundo tiempo, entonces yo enfrento al âFlacoâ RodrĂguez, que era el central, Ă©l sale a 30 metros del arco y yo le hago un amague con el cuerpo, yo no sĂ© cĂłmo hice, pero Ă©l saliĂł para un lado y el arco me quedĂł de frente, yo le peguĂ© con todo y la metĂ por todo el ĂĄngulo y el estadio a reventar, fue espectacular.
ÂżY el partido que mĂĄs recuerda?
TambiĂ©n fue un clĂĄsico que quedo como 5-4, nosotros ganamos, y lo recuerdo porque la calidad que se vio en ese partido, el equipo que tenĂa Santa Fe era bueno, recuerdo a Cañón y a Campaz. Era motivante porque era gol para allĂĄ, gol para acĂĄ, esa cantidad de goles, con un despliegue de fĂștbol exquisito, un partido inolvidable por el marcador y la calidad de fĂștbol.
ÂżEl mejor amigo que le dejĂł Millonarios?
Yo tengo que reconocer que tuve mĂĄs amistad con Jaime MorĂłn, durante su carrera, fuimos buenos compañeros, despuĂ©s Ă©l estuvo en mi escuela, por alguna razĂłn siempre el destino nos unĂa desde el comienzo hasta lo que fue el final de sus dĂas, hasta que Ă©l se fue con sus problemas de diabetes y la amputaciĂłn de sus piernas.
Usted fue uno de los primeros en crear escuelas de fĂștbol, Âżde dĂłnde surge esa idea?
La idea me surgiĂł bĂĄsicamente porque cuando yo fui niño desarrollĂ© una tĂ©cnica para pegarle al balĂłn como querĂa, yo me inventaba juegos sobre todo con la pierna derecha, porque era algo auto didacta. No pasĂł por mi mente mejorar la pierna izquierda, entonces yo siempre pensĂ© que los niños por medio de la repeticiĂłn pueden desarrollar mejor la tĂ©cnica del fĂștbol y eso siempre me quedĂł grabado en la mente. Al termino de mi carrera me preguntĂ© a mĂ mismo: ÂżquĂ© puedo enseñar yo?, ÂżquĂ© es lo mejor que yo tuve? mi tĂ©cnicaâ, por lo tanto la puedo enseñar, y es ahĂ cuando a travĂ©s de la enseñanza se puede desarrollar tĂ©cnicamente mejor al jugador de fĂștbol.
Y luego viene su Ă©poca como asistente tĂ©cnico (A.T.)âŠ
Ser A.T. era entrar en un aprendizaje, yo llego por pedido de PopoviÄ. Desde que yo entrĂ© a esa funciĂłn siempre tuve la desventaja de no tener una cercanĂa con las personas dueñas de la prensa deportiva, de los medios, entonces no era una persona que para ellos merecĂa estar en esa posiciĂłn. Con PopoviÄ hicimos un gran trabajo, se hizo un equipo muy goleador, nos metimos a la Copa Libertadores del año siguiente, mientras el equipo iba bien yo pasaba desapercibido, pero si el equipo perdĂa un partido decĂan que el tĂ©cnico no tenĂa asistente.
Hasta hace poco la nueva junta directiva lo vuelve a acercar al club, ¿cuåles son sus funciones en el comité deportivo?
Millonarios tiene un comitĂ© deportivo y mi posiciĂłn es mĂĄs como asesor de todas las decisiones con respecto a jugadores, pero eso es una posiciĂłn netamente de asesorĂa, no hay posibilidad de tomar decisiones. En el comitĂ© estĂĄ el señor Serpa, el presidente, el tĂ©cnico y Peluffo, quien es el director deportivo, ellos son quienes toman las decisiones y si ellos toman en cuentan alguna sugerencia o algo que yo pueda hacer, la harĂĄn, o si no tienen toda la discreciĂłn de hacer lo que ellos quieran hacer.
¿Qué se siente ser tan querido y recordado por la gente de Millonarios, en especial por esos que no lo vieron jugar?
Me parece una cosa satisfactoria, porque la imagen que dejĂł Alejandro Brand fue bonita, los jĂłvenes tienen esa imagen porque su papĂĄ o su abuelo les contaron algo sobre eso. Mi juego y talento gustaban y yo lo pude sentir en mi etapa como A.T. la gente me respetĂł a mĂ mucho y eso es un orgullo, eso no lo puede decir cualquiera.
Un mensaje para los hinchas en estos 70 años
Millonarios es un fenĂłmeno y yo creo que es una cosa muy difĂcil de explicar, es una pasiĂłn y yo noto todo lo que atrae en la hinchada el nombre de MILLONARIOS, eso hay que conservarlo, saberlo llevar con dignidad, la violencia no es para Millonarios, no encaja con ese azul, no encaja con esa imagen tan bonita que tiene una instituciĂłn que a travĂ©s de su historia ha sido tan grande.




