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Otro despiste de visitante



Millonarios volvió a demostrar que es débil fuera de casa y perdió con Jaguares 1-0 en Montería.

Millos venía en racha. Había hecho 10 de los últimos 12 puntos posibles (9 de esos puntos los consiguió en El Campín) y esperaba ratificar su buen momento visitando a Jaguares en Montería.

Era importante ganar porque después Millos recibe a América y a Santa Fe y además, Jaguares era colero. Sin embargo, como se ha vuelto costumbre en los últimos años, se le dió vida a un equipo muerto.

El equipo formó con: Sánchez; Palacios, Franco, Cadavid, Machado; Duque, Rojas, Arango; Mosquera, Quiñones y del Valle.

El equipo fue dominado en el principio del partido. A pesar de un cabezazo débil de Arango, Millos no generaba nada. No lograba asociarse, hacer pausas ni salir.

Jaguares por su parte, lucía ordenado, haciendo presión alta y asfixiando a Millos, que otra vez sufrió por su carencia de ideas y de pausa. Cristian Arango no cumplía con la función que le dió Russo, Santiago Mosquera estaba perdido en la cancha y Elíser Quiñones caía en obviedades y perdía rápido el balón. Del Valle, por su parte, lucía aislado, muy sólo arriba. Por lo cual, era intrascendente.

Ramiro Sánchez salvó dos cabezazos que iban para gol y Millos no despertaba. No despertó nunca en el primer tiempo. Tanto así, que en el último minuto de adición, Elíser Quiñones, en otra jugada obvia, perdió el balón mientras pretendía atacar y le dió a Jaguares la oportunidad de contragolpear.

Fue ahí, donde César Carrillo, ante la pasividad de los volantes, remató al arco y acabo con el récord de minutos sin recibir gol de Ramiro Sánchez. Millos era inferior y ahora el marcador lo reflejaba. En el entretiempo, se esperaba un cambio para buscar el empate.

Ingresó Silva y salió Quiñones. Tenía sentido, el bogotano podía ser quien le diera juego al equipo y le llevara el balón a Ayron. La posesión en el segundo tiempo fue enteramente de Millonarios, pero aun carecía de profundidad. Mosquera seguía perdido y Rojas borraba sus buenas recuperaciones con sus malas entregas. Ingresaron Riascos y Domínguez en el último intento por buscar la paridad.

Riascos tuvo el empate en su cabeza pero la desperdició. De resto, jugadas mal terminadas, imprecisiones por doquier, malas ejecuciones y un equipo sin ideas. Millonarios nunca volvió a estar cerca de empatar y dejó ir un partido que, ojalá, no le cueste en el futuro.

Ahora Millos recibirá a América en el Campín el próximo fin de semana.


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