Carta a Alberto Gamero:
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Carta a Alberto Gamero:


Querido Alberto, quiero que sepas que la hinchada de Millonarios está contigo y respalda el proceso que empezó hace ya varios años en el equipo. Sí, eres terco, a veces creemos que enloqueciste con los cambios que haces en los partidos y nos haces rabiar de vez en cuando. Pero también sabemos que eres uno de los mejores DTs del país y que gracias a tu trabajo, Millonarios ha celebrado un título cada año, por tres años consecutivos; siendo el del 2023 uno muy significativo e importante.


Tienes a Millonarios peleando siempre en los primeros puestos, nos has llevado de nuevo al plano internacional (aunque allí todavía falte mucho camino) y ahora no se habla de clasificar, sino de pelear finales. Nos acostumbraste a ver a un equipo con un ADN e idea de juego claro, que enamora a cualquiera que le guste el fútbol, que sale a buscar los partidos independientemente de las condiciones que los rivales o las circunstancias del encuentro les impongan. Y tal vez, gracias a que eso ha sido así durante varios semestres, a algunos hinchas se les olvidó que tuvimos épocas en las no se ganaba nada ni a nadie, no se clasificaba, vimos el descenso de frente y luchamos para que el equipo no desapareciera.


Esos pocos hinchas, que quieren incendiar todo por unos malos resultados en los que no se ha perdido nada más allá de unos cuantos puntos que no estaba entre las cuentas perder, que quieren salir a destruir y por supuesto, que piden el cambio del cuerpo técnico, no representan el sentir de miles y miles de ‘Embajadores’ que fecha tras fecha acompañan al equipo. Y no, no nos mal intérpretes, no somos conformistas.


Sabemos perfectamente que el equipo más grande del país no puede darse el lujo de perder contra el último de la tabla o regalar seis puntos de local. Te exigimos que trabajes, que ajustes lo que está mal, que se muevan las piezas que se tengan que mover y le des la vuelta a esta seguidilla de malos resultados. Todo desde el respeto, y todos juntos, como es costumbre. ¡A levantar!

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