El tiempo se acaba

Millonarios completa nueve fechas de Liga con apenas ocho puntos, firmando una de las peores campañas que se recuerde en la última década. Desde que llegó Hernán Torres, el balance en cuatro partidos deja dos derrotas, un empate y una victoria. Con once jornadas por delante y la vuelta de la Copa Colombia cuesta arriba, el panorama sigue siendo desalentador.

Más allá de la preocupación que genera ver al equipo en el puesto 18, la alarma se centra en lo que dijo el DT azul después del clásico "tenemos que trabajar, pero no hay tiempo". Porque no se trata solo de la tabla: se trata de un equipo que no compite. Millonarios es un conjunto lento, predecible, sin ideas y con una clara falta de jerarquía.

No hay un jugador que organice o distribuya, no hay un ’10’, y la ineficacia en tanto en la línea defensiva como adelante se repite partido tras partido. El problema no es de mala suerte ni de “falta de tiempo”, es de construcción: de un plantel mal armado, de refuerzos insuficientes y de una dirigencia que volvió a conformarse con lo mínimo.

Hernán Torres carga con la presión de un contexto que no creó, pero del que ahora es responsable. Su discurso sobre cambiar el ambiente hostil suena bien, pero pierde fuerza cuando el equipo no muestra ambición, ni ganas. No se trata de cambiar el ánimo de la tribuna, sino de cambiar la realidad dentro del campo. Y en eso, hasta ahora, Millonarios no muestra avances.

Por su parte, la hinchada acompañó en el clásico y protestó contra los directivos, pero la exigencia parece haberse diluido. Como si el regreso de Hernán fuera suficiente para aplacar la inconformidad. El cariño por el técnico no puede volverse un blindaje para jugadores que no rinden ni dirigentes que no invierten. Exigirle a Millonarios no es un capricho, es un deber de quienes no aceptan que un club grande viva instalado en la mediocridad.

Hoy, como dice Hernán, el tiempo se acaba, y la sensación es que juego en el semestre no va a mejorar y habrá que terminarlo con jugadores que poco sienten la camiseta. Lo urgente hoy no es maquillar discursos, sino enderezar el rumbo con victorias y jerarquía en la cancha. Millonarios necesita resultados inmediatos porque la Liga avanza y cada vez estamos más lejos de los 8; y la Copa ya está cuesta arriba con un margen de error mínimo.